2017
La 5ª edición de Txikijazz (celebrada del 22 al 24 de julio de 2017), contó con 7 conciertos y 20 actividades.
Las Terrazas del Kursaal fueron, de nuevo, marco incomparable para este festival matinal, que el último día (a ratos) se trasladó al Foyer del propio palacio de espectáculos, azuzado por la lluvia. La edición contó con un hermoso escenario: la denominada Terraza Zurriola. Además del programa, este espacio albergó la gran novedad de 2017: la actuación de la Txikijazz Big Band.
Balance
El 22 de julio comenzó con un lleno absoluto en las terrazas de Kursaal. El público superó todas las expectativas, y las actividades se llenaron hasta la bandera. Casi hasta se terminó el material: camisetas, bolsas, chapas, carteles…
En el apartado musical Alfred Spirli-Les Incendiaires pusieron la nota divertida y participativa. Estos componentes del colectivo Arfi de Lyon (Asociación para la Búsqueda de un Folklore Imaginario) se definen como músicos de calle. De hecho, su actuación es un paseo durante el cual van tocando diversos artilugios musicales acompañados por el público, que también participa en la ejecución.
Alfred Spirli es un percusionista sui géneris, un improvisador que extrae sonidos de una panoplia de instrumentos musicales fabricados por él mismo a partir de objetos cotidianos reciclados. A Les Incendiaires hay que verlos, porque cualquier intento de describirlos se queda corto.
El segundo concierto lo ofreció Kevin Mahogany, junto al Hervé Sellin Trio. Disfrutó emocionado con los y las más pequeñas, que como el mismo definió, “son el futuro del jazz”. Dotado de una espléndida voz de barítono, Kevin Mahogany se ha situado como uno de los cantantes de jazz más respetados, por su capacidad para interpretar todo tipo de material con igual maestría: jazz moderno, blues, baladas y clásicos de la era del swing. Mahogany, además de grabar sus propios discos, ha participado en docenas de sesiones de grabación como invitado de músicos de la talla de Ray Brown o Elvin Jones. También ha colaborado en proyectos tan diversos como Kansas City (la celebrada película de Robert Altman), Monk On Monk (una visión de Thelonious Monk a cargo de su hijo) y (Clint) Eastwood After Hours.
El 23 de julio también nos acompañó el tiempo. Las terrazas y actividades volvieron a llenarse. Musicalmente hablando, Alfred Spirli-Les Incendiaires pusieron la nota graciosa otra vez, con su concierto itinerante. Después, a las 12:30, llegó el turno de la gran Txikijazz Big Band.
Con fines totalmente participativos, de formación y como experiencia única, el año pasado (2016) Txikijazz puso en marcha la Txikijazz Band en tiempo récord. El resultado fue espectacular. 13 futuros músicos de entre 10 y 14 años nos dieron una lección inolvidable. No queriendo dejarlo ahí, Txikijazz este año ha ido más allá: hemos creado la Txikijazz Big Band, con más miembros, más repertorio y más tiempo.
En el mes de enero comenzaron las incripciones y selección de los y las participantes, y durante los meses de marzo a junio, han tenido la oportunidad de experimentar la creación de una Big Band y la preparación de su concierto debut con 2 profesores y músicos profesionales (Javi Pérez e Iban Gurrutxaga). La formación seleccionada ha trabajado la introducción al lenguaje del jazz, lectura de cifrado, rítmica, improvisación y el trabajo en grupo.
La banda ha estado formada por unos 50 miembros de 10 a 14 años; 14 a 18 años en el caso de contrabajo y saxo barítono. Los instrumentos han sido los siguientes: batería, guitarra eléctrica, piano o teclado, trompeta, trombón, saxo, voz, bajo y contrabajo.
Como colofón y clausura de esta experiencia la Txikijazz Big Band actuó el día 23 de julio, a las 12:30 en la Terraza Zurriola, dentro del programa de Txikijazz.
Con esta actividad Txikijazz convierte en protagonista a su propio público, y se suma a la labor de difusión y apoyo a las nuevas generaciones de músicos de jazz, que desde el Festival de Jazz de San Sebastián se viene haciendo desde sus inicios.
El 24 de julio fue el día menos amable en cuanto a la meteorología, pero no por ello nos visitó menos gente. Las actividades volvieron a llenarse (dentro del Kursaal), y los conciertos pudieron celebrarse, ya que la lluvia tuvo algo de clemencia. The Good Time Rollers y el grupo de Lindy Hop de Donostia bailaron bajo la lluvia al comenzar, pero paró y les acompañaron padres, madres, niños y niñas. Disfrutaron de lo lindo.
Luego fue el turno de King Creosote. Es una leyenda del folk-rock escocés, compositor prolífico y creador de una música de enorme sensibilidad. Bien conocido en su tierra, donde hasta la fecha ha publicado más de cuarenta títulos, es también componente de la banda (medio escocesa, medio canadiense) The Burns Unit y fundador del influyente Fence Collective en 1997. Un nombre de culto que por fin rompe el cascarón y sale del rincón. Ya en 2011 dio el primer aviso en ese sentido, cuando el disco que hizo con Jon Hopkins, Diamond Mine, fue nominado para el Mercury Prize y el Scottish Album Of The Year, y ahora pega el salto definitivo con las nueve canciones de Astronaut Meets Appleman.
Hizo bromas con el tiempo, dijo haber traído el “Scottish weather (el tiempo de Escocia)”, pero al final también paró la lluvia, y pudo ofrecer su música a los y las allí presentes.
En resumen, una quinta edición tan redonda como el mismo número. Gracias a todos y todas que habéis hecho posible el Txikijazz: organizadores/as, colaboradores/as y participantes. Mención especial a Leire Cano, por ser el hilo conductor de todos los conciertos y todas las actividades. Y a Javi Perez e Iban Gurrutxaga, responsables de la Txikijazz Big Band. Un gran trabajo. Eskerrik asko!
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