2018
Celebrado del 27 al 29 de julio de 2018, en esta edición el festival contó con una gran novedad. Un nuevo colaborador se unió a Txikijazz, Kutxa Kultur Fundazioa, y con él su espacio en Tabakalera.
De esta manera, el festival, además de celebrarse en las habituales Terrazas del Kursaal, se amplió a La Plaza de Kutxa Kultur, en la 4ª planta del edificio de las cigarreras, en Egia. Esto permitió al festival dividir el epicentro de su actividad y crear un nuevo punto de acceso al programa. Al final de la edición, 7.200 personas habían disfrutado de él.
El gran cambio supuso también una nueva dinámica: las jornadas de los días 27 y 29 de julio se celebraron en las Terrazas del Kursaal, y la del 28 Txikijazz se trasladó al completo a Kutxa Kultur. Entre ambos espacios se celebraron 21 actividades y 6 conciertos, que contaron con una altísima participación.
Balance
El 27 de julio, en las Terrazas del Kursaal, la jornada comenzó con el concierto del gran Bruce Barth Trio. Una actuación excepcional para las nuevas generaciones aprendices de jazz. Después, la formación guipuzcoana Ispirits, con su repertorio de soul y gospel, puso al público a bailar. Esa jornada, además de los conciertos, contó con un programa de 8 actividades participativas, entre las que destacaba Music App, el taller impartido por DJ Makala para aprender a crear música mediante aplicaciones digitales.
El 28 de julio llegó el turno de trasladar Txikijazz a Kutxa Kultur. Todo era nuevo: el espacio que ofrecía plan A (al aire libre, en el patio) y plan B (a cubierto, en la plaza), nuevas instalaciones, nuevos accesos… Y lo cierto es que todo salió a pedir de boca. Sí. Efectivamente, ese día llovió. Y gracias al nuevo emplazamiento del festival, la lluvia no fue un impedimento: las instalaciones a cubierto permitieron ejecutar todo el programa en el interior. Ese día, el maravilloso, dinámico y alegre Derek Brown y su espetáculo “Beatbox sax” abrieron la jornada a las 11:00. Para entonces, la plaza Kutxa Kultur estaba llena y el ambiente era de gran espectación. En cuanto sonó la música la fiesta no se hizo esperar. Mientras fuera llovía, el ambiente en el interior era atómico, alegre y bullicioso. Al mago del saxofón le siguieron Les Fous, el grupo guipuzcoano que con base de soul y jazz, está realizando temas propios con letras basadas en la cotidianidad. El resultado fue un concierto divertido y con humor. La jornada, a nivel musical, fue todo un éxito. Y no acabó ahí. Además, 5 dinámicas (pintacaras, creación de broches con formas de instrumentos, juegos de memoria, decoración de maquetas con recortables y el taller de Music Apps) contribuyeron a una jornada fantástica para acercarse a la música y a los intrumentos musicales de una manera muy divertida y desenfadada.
El 29 de julio salió de nuevo el sol, justo a tiempo. Txikijazz regresaba a la Zurriola. Era el gran día de la Txikijazz Big Band, que en esta edición había crecido en número de componentes tras las audiciones de enero. Los menores saldrían al escenario en una mañana que prometía animada. El buen tiempo y las expectativas aglutinaban a familiares y amigos de los pequeños músicos en las Terrazas del Kursaal desde primera hora de la jornada, junto al público habitual del festival.
El músico y profesor de Musikene, Andrzej Olejniczak, y su banda, interpretando a Chopin, inauguraron la matinal. El concierto, que sonaba delicioso, atrajo a un público adulto y sin niños, amante del jazz, que cogió sitio cerca del escenario. Mientras tanto, 8 actividades que acercaban a los más peques al mundo de la música dinamizaban la terraza. Con la mediodía, a las 12:30, llegó el turno de la gran Txikijazz Big Band: ataviada por primera vez con un uniforme corporativo, una camiseta borgoña, salía al escenario como un bonito goteo de color. Con cuatro voces y muchos instrumentos compartidos, los 42 músicos interpretaron 12 temas entre los que calaron un sing-alone, en el que se suponía que la gente iba a cantar “Bare necessities”, traducido al español, con ellos. Como no podía faltar una anécdota, a la vocalista principal de este tema se le olvidó recordar al público que podía cantar con ellos (al principio del concierto se había entregado entre los asistentes una cuartilla con la letra de la canción) y para cuando el público se dio cuenta de que era la canción para cantar todos juntos, el tema ya casi había acabado. Cosas del espectáculo en directo. El público aplaudió a rabiar y animó a la banda, todos menores de 14 años, que se veían entregados y apasionados en esta andadura de la música y el jazz. En recompensa, la banda obtuvo un clamoro aplauso.
En definitiva, fue una edición marcada por la novedad de un nuevo espacio que tuvo una magnífica acogida y que funcionó al 100% de su capacidad, superando todas las expectativas, y por el éxito del proyecto de la Txikijazz Big Band, que se ha convertido en un fenómeno musical en sí mismo: cumple con todos los objetivos del Festival de Jazz de San Sebastián para la difusión de la música y el jazz entre las nuevas generaciones y apoyo a los nuevos músicos. Nacida en 2016, la banda es sin duda un icono del trabajo y apuesta por la perpetuación de la música y el jazz de esta entidad.
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