2017
El 52 Heineken Jazzaldia ha sido inolvidable por la calidad artística y el entusiasmo del público.
52 Heineken Jazzaldia, uno de los más completos de su historia
El 52 Heineken Jazzaldia se ha cerrado con la sensación de haber sido uno de los más completos de su historia, con una elevada calidad artística, señalada de forma casi unánime por los medios de comunicación, y una respuesta entusiasta por parte del público, lo cual, por otra parte, suele ser habitual. La cifra total de espectadores se sitúa en 156.500, contando los 17.000 medidos en los recintos de acceso controlado y los 139.500 estimados en los de acceso libre.
La Plaza de la Trinidad ha brillado este año con tanto esplendor que resulta difícil destacar un concierto sobre los demás. Pero puede afirmarse, sin temor a equivocarse, que ha sido un año de grandes saxofonistas. Enormes Donny McCaslin y Kamasi Washington, tan diferentes y tan parecidos en su entrega a la causa del jazz contemporáneo. Entrañable y musicalmente sabio Charles Lloyd, que recibió emocionado, aunque parco en palabras, el Premio Donostiako Jazzaldia de este año.
También hubo en “la Trini” dos cantantes extraordinarios. Ella, Macy Gray, dueña de un soul íntimo que cuando quiere lo convierte en extrovertido. Él, Gregory Porter, que es ahora mismo la voz protagonista del jazz vocal. Sus discos se cuentan por Grammys y en escena es cálido y cercano. Y un pianista histórico: Abdullah Ibrahim, al que resulta un placer escuchar en solitario, con su grupo Ekaya o, como en esta ocasión, con el refuerzo de la trompeta de Terence Blanchard.
Si era difícil destacar a alguien en la Plaza de la Trinidad, tanto o más hacerlo en el Kursaal. Wayne Shorter es el decano de los grandes saxofonistas de los últimos 50 años y en cuarteto con Danilo Pérez, John Patitucci y Brian Blade establece el paradigma que habrán de seguir los saxofonistas futuros. Herbie Hancock, otro de los grandísimos, se rodea de músicos jóvenes asumiendo el lenguaje musical de la nueva generación. La pianista japonesa Hiromi hizo un dúo muy raro (por lo inhabitual) con el arpista colombiano Edmar Castañeda, con resultado satisfactorio. Robert Glasper Experiment explora nuevos senderos para el jazz electrónico.
Y, además, Bryan Ferry. Un señor elegante que se toma muy en serio sus conciertos. Su banda (siete músicos y dos coristas) debe ser perfecta. Él canta con el exquisito gusto que le hizo célebre. Y el público lo ve, lo siente y lo agradece con unas ovaciones que derriban el Auditorio.
El Heineken Jazzaldia ha ofrecido la oportunidad de conocer un gran proyecto audiovisual que solo se va a poder ver en tres o cuatro ciudades más: Poem of a Cell, obra del artista sonoro y productor musical alemán Stefan Winter. Un torrente de bellas imágenes y hermosa música ejecutada en directo por 42 músicos que son todos ellos figuras destacadas del jazz, la música clásica, la música étnica y la música coral: Uri Caine, Clarence Penn, Mark Helias, Barbara Walker, Forma Antiqva, Kettwigger Bach Ensemble, Saada Nassor, Rajab Suleiman, Joachim Badenhorst y Fumio Yasuda.
En el Escenario Verde, el protagonismo fue, cómo no, para The Pretenders y las 37.000 personas que disfrutaron del concierto honesto y sin trucos que dieron Chrissie Hynde y los suyos. Hubo otras propuestas que también congregaron mucho público, que fue recompensado con actuaciones divertidas (Sir The Baptist, Cory Henry, Lucky Chops, Fantastic Negrito, of Montreal) junto a alguna más relajada (King Creosote). Muy aplaudidos también los locales Niña Coyote eta Chico Tornado, que llaman la atención por su inusual formación (dúo de batería y guitarra en el que la chica se encarga de las baquetas).
Los más de treinta solistas y grupos vascos que han participado en esta edición se han movido a un altísimo nivel. Mención especial para los profesores de Musikene (Centro Superior de Música del País Vasco) que han asumido la responsabilidad de liderar los homenajes a Ella Fitzgerald, Thelonious Monk y Dizzy Gillespie (al conmemorarse los cien años del nacimiento de los tres) y a John Coltrane (con motivo del cincuentenario de su muerte). Deborah Carter, Iñaki Salvador, Chris Kase y Mikel Andueza solventaron el reto con nota muy alta, gracias al estudio concienzudo de los arreglos originales y a rodearse de los músicos más solventes de la escena jazzística vasca.
Exitosa la recuperación de los jardines de Alderdi-Eder como escenario festivalero, con conciertos dobles cada día que congregaron a mucho público por dos motivos: por la visibilidad del recinto y por el atractivo de los músicos allí programados.
Las Terrazas del Kursaal cumplieron su función con creces: que a todas horas suene el jazz de todas las tendencias. Allí se ha disfrutado de gigantes clásicos como Houston Person y Ernie Watts, ese tipo de jazzistas elegantes, discretos e infalibles que merecen un reconocimiento del público, y en San Sebastián lo han tenido. O del contagioso swing de Ray Gelato. O del jazz más intelectual de Uri Caine. Y también de las músicas étnicas cultivadas por Gabacho Maroc y Rajab Suleiman & Kithara. Es también en esas terrazas donde las bandas vascas han podido desplegar su variedad de estilos.
El Teatro Victoria Eugenia ha acogido, en conciertos de medianoche, conciertos muy diversos. Su denominador común ha sido la virtuosidad de los ejecutantes y el espíritu de colaboración entre ellos. Música medieval con jazz (ArFolia Libra), flamenco con jazz (Chicuelo-Mezquida), jazz italiano con jazz español (Stefano Bollani-Chano Domínguez), lo nórdico con lo mediterráneo (Atmosphères).
Los demás escenarios tampoco descansaron. Jazz por todas partes y a todas horas. En Kutxa Kultur Kluba de Tabakalera, en el Club Victoria Eugenia, en Nauticool, en Orio, en Villabona, en Sagüés, en La Perla, en el espacio FNAC... Un no parar.
105 actuaciones diferentes, 17 escenarios, 156.000 espectadores, esos son los números fríos del 52 Heineken Jazzaldia, que se ha desarrollado con unas temperaturas más frescas de lo habitual en esta época del año. Sin embargo, si se le añade el calor que han puesto los artistas y el público, tenemos como resultado uno de los festivales más tórridos de la historia. Un Festival inolvidable.
Algunos datos
- 105 actuaciones diferentes.
- 17 escenarios.
- Un total de 156.500 espectadores.
A un solo clic
-
Conciertos de 2017Volverlos a ver
-
Programa del JazzaldiaVer programa
-
Fotografías del FestivalVer en Flickr
Cartel
Txikijazz
El Txikijazz, festival para familias, no solo se ha consolidado definitivamente en su quinta edición, sino que se ha convertido en un fenómeno. Más actividades, más conciertos, más gente. Niños y niñas disfrutando, padres y madres felices. Cantera de aficionados de jazz. Cincuenta niños y niñas se han estrenado como músicos tocando en la Txikijazz Big Band. El público infantil ha escuchado a Kevin Mahogany, King Creosote, The Good Time Rollers y Alfred Spirli con Les Incendiaires. Seguro que algo de eso queda.