2015

El programa, presentado en junio con gran expectación, auguraba tres intensos días de música y actividades: 5 conciertos con grandes estrellas (3 de los grupos tenían presencia en paralelo en el 50 Heineken Jazzaldia) y 11 actividades didáctico-participativas formaban un batido energético de matinales (entre las diez de la mañana y las dos de la tarde) non-stop, para todos los públicos y edades.

Balance

El festival para familias arrancó el 24 de julio a las 10:15 con Carla Cook, en una actuación de clásicos del blues y del jazz. La artista americana marcó con su voz y su interpretación elegantes lo que sería el inicio de una sucesión de conciertos llenos de buen ambiente y repletos de público hasta la bandera. Ray Gelato y Claire Martin, grandes estrellas del swing y del jazz, ese mismo viernes dejarían para el recuerdo un concierto en el que al interpretar el estándar C’est si bon, se arrancaron a bailar entre risas por todo el escenario, arrastrados por el ambientazo que había en el público formado por la gente y el grupo dinamizador de baile Donosti Lindy Hop. La primera jornada finalizó con la sesión de DJ Mr. Patxi Crazylegs, pero incluso habiendo terminado la música, todavía una hora más tarde, las Terrazas del Kursaal continuaban llenas. El buen tiempo había respetado la matinal y la calidad de las sesiones musicales, acompañadas por las actividades participativas, invitó a los asistentes a quedarse y disfrutar del ambiente. La segunda jornada, con previsión de meteorología similar, auguraba ser estupenda.

El sábado 25 de julio arrancó a las 11:00 entre nubes. Antes de la hora de apertura, las familias ya se habían acercado al recinto, que por sus características resultaba un marco excepcional. Enseguida se hicieron colas para recoger globos y en el taller de pintacaras. El espacio rápidamente se llenó de color. Txikichef, taller de cocina impartido por Kafé Botanika, fue una de las sorpresas de la jornada: la participación en esta actividad requería de inscripción previa y, si bien ya se sabía que había lista de espera, la asistencia masiva de interesados/as llevó a triplicar los turnos y a ampliar, por supuesto, sus horarios. Los primeros acordes sonaron hacia las 11:30 provenientes del taller de Academia Lacunza, Dantza-Jazz de Rebeca Aranzadi, y para cuando comenzó el concierto de Pop’N’Kids, el recinto estaba abarrotado. Bajo un cielo ya abierto y un sol espléndido las familias saltaron, cantaron, botaron y rieron con los temas clásicos de la historia del pop. El concierto resultó un éxito total y cerró lo que fue una jornada muy participativa.

El domingo 26 prometía un apoteósico final. El Fnac Kids Club puso ya en danza a los txikis con bailes de los años 50 desde las 11:00. Los globos y el pintacaras llenaron de nuevo el recinto de fantasía y color, y tomates y zanahorias pasaban de mano en mano en el taller de Txikichef. La clausura y guinda musical llegó de la mano de la jovencísima y talentosa Andrea Motis, que interpretó temas clásicos de jazz junto con Joan Chamorro Group, formación presente también en el programa del 50 Heineken Jazzaldia. Su juventud pronto llamó la atención de los asistentes y su voz y forma de interpretar los cautivó. La música dejó de sonar hacia las dos menos cuarto, pero el ambiente festivo se extendió hasta ya entrada la tarde. Los servicios de hostelería del recinto se convirtieron en un sitio donde recalar, antes de irse a casa. El festival dejó un auténtico sabor a fiesta, y ganas de más.

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